miércoles, 14 de diciembre de 2011

Ejercicio nº 1

Palabras agudas, llanas y esdrújulas

Pon la tilde a aquellas palabras que la lleven. Clasifícalas.

Marquez, frances, datil, fosil, prologo, petalo, cafe, angel, relampago, festival, labor, Miguel, artista, gente, orden, satelite, espectaculo, herbivoro, boton, bebe, interes, temo, mastil, chandal, romantico, salmon, crater, fruta, aventura, carril, electricidad, multitud, desayunar, científico, atmosfera, sotano, calido y maceta.


miércoles, 7 de diciembre de 2011

La historia de la máquina de esperar

Un chico ya no tenía más ganas de esperar siempre algo. Por lo tanto se fabricó una máquina de esperar. Por fuera era como una lata redonda de tabaco. El chico precintó la tapa con una cinta adhesiva. Nadie sabe cómo era por dentro la máquina de esperar.
Ahora ya no había horas de clase aburridas para el chico. Llevaba la máquina de esperar a clase, y la máquina esperaba por él a que diese la hora. En la parada del autobús la dejaba en la papelera del poste.
Después miraba tranquilamente los escaparates y las carteleras de los cines. Su máquina de esperar esperaba por él al autobús. Incluso esperaba al cumpleaños del chico, a la Semana Santa y a la Navidad.
Él ya no estaba nunca impaciente.
Al final se la llevó también al partido de fútbol. Pues era el portero y no quería esperar siempre al balón. Así que se puso la máquina de esperar detrás, delante de la red, y se apoyó tranquilamente en la portería. Pero como es natural, la máquina de esperar no podía parar el balón. Su equipo perdió el partido por diecisiete a uno.
Ahora ya no quiso tener ninguna máquina de esperar. La lanzó por encima de la valla, y un camión la aplastó. Por eso nadie sabe cómo se hace una máquina de esperar. El chico nunca lo reveló.
a) Busca en la lectura los datos que necesitas para decir cómo era la máquina de esperar
por fuera
por dentro
b) ¿Por qué crees que el chico tiró la máquina de esperar?
c) Ordena las situaciones en las que el chico usó la máquina de esperar, en el orden en el que se nombran en la lectura (pon un número del 1 al 6).
_____clase _____ cumpleaños _____ Navidad
_____parada del autobús _____ partido de fútbol _____ Semana Santa
d) Ordena estas frases para contar la historia en orden (pon un número del 1 al 5):
_____ El chico decidió tirar la máquina de esperar.
_____ El chico utilizaba la máquina en los momentos en los que no quería esperar.
_____ El equipo del chico perdió el partido.
_____ Un chico inventó una máquina para esperar.
_____ Un día la llevó a un partido de fútbol para que parase los goles del equipo contrario.

El ser más poderoso

Un día le contaron al tigre que el hombre era el ser más poderoso de la creación. Desde ese momento, el tigre sintió una gran curiosidad por conocer a un ser humano. Quería saber cómo era aquel animal al que todos temían.
Una tarde, mientras paseaba por el desierto, el tigre se quedó impresionado por un extraño animal que tenía dos montañas en el lomo.
— ¿Tú eres un ser humano? —preguntó el tigre.
— No, amigo. Yo soy un camello. Los seres humanos son más pequeños.
El tigre siguió su camino. Salió del desierto y anduvo y anduvo, hasta llegar a una pradera. Allí vio a otro animal de aspecto muy fiero.
— ¿No serás tú un ser humano? —le preguntó el tigre.
— Pues no. Yo soy un toro bravo. Los seres humanos no son tan fuertes como yo.
El tigre se marchó extrañado, pensando por qué serían tan poderosos unos seres que ni eran grandes ni eran fuertes.
Pasados unos días, el tigre llegó a un bosque. Allí, detrás de unos árboles, junto a una cabaña, oyó cantar a alguien. Se acercó y vio un animal pequeño, de aspecto inofensivo.
“¡Pobre animalillo!”, pensó.
— Tú eres una hormiga, ¿verdad? —preguntó el tigre.
— No, no soy una hormiga, soy un ser humano —respondió el animal.
— ¿Tú? —preguntó el tigre muy extrañado—. Pero… si ni siquiera tienes garras y… ¡seguro que tampoco sabes gruñir!
El tigre se quedó observando al ser humano y, entonces, tuvo una idea.
— Lo siento, pero voy a comerte —le dijo al hombre—. Así demostraré a todos que soy más poderoso que tú.
— Bueno —dijo el hombre resignado—. Pero querrás que te enseñe primero mi cabaña, porque te quedarás con ella, ¿no?
El tigre asintió y, siguiendo las indicaciones del hombre entró en la cabaña. En ese momento, el hombre cerró la puerta por fuera y dejó al tigre encerrado en el interior.
Y así fue como el tigre pudo comprobar que, verdaderamente, el ser humano era el animal más poderoso de la creación, aunque no tenía garras y ni siquiera sabía gruñir.
a) ¿A quién quería conocer el tigre? ¿Por qué?
b) Ordena los lugares en los que estuvo el tigre.
_____bosque _____ desierto _____ pradera
c) ¿Con quién se encontró en cada uno de esos lugares?
d) ¿Por qué el tigre se quería comer al hombre?
e) ¿Qué pensó el tigre cuando conoció al ser humano?
f) ¿Qué pensó el hombre del tigre al final?
g) Explica cuál de estas cualidades del hombre impresionó al tigre:
_____su fuerza _____ su inteligencia _____ su tamaño
h) ¿Para ti, cuál es la principal cualidad del ser humano?

LA OSTRA QUE PERDIÓ SU PERLA

Había una vez una ostra que estaba muy triste porque había perdido su perla.
La ostra le contó su desgracia a un pulpo que se arrastraba por el fondo del mar; el pulpo se la contó a una sardina; la sardina se la contó a un cangrejo; y el cangrejo se la contó a un ratón que estaban merodeando por la playa.
El ratón dijo:
- Pobre ostra. Voy a ver si encuentro por ahí algo que pueda sustituir a la perla que ha perdido.
- Tiene que ser algo blanco, pequeño, duro y brillante – le indicó el cangrejo.
El ratón fue a buscar por ahí, pero no encontró nada que sirviera. Encontró un botón que era blanco, brillante y pequeño, pero no era duro, pues lo podía roer con facilidad con sus dientecillos.
Encontró una piedrecita blanca, pequeña y dura, pero no era brillante.
Encontró una moneda de plata blanca, dura y brillante, pero no era pequeña.
Por fin, el ratón se coló en una casa donde había un niño al que acababa de caérsele un diente de leche. El niño había dejado el diente encima de su mesita de noche.
El ratón vio el diente, se acercó y comprobó que era blanco, pequeño, duro y brillante.
“Esto sí servirá”, pensó el ratón.
Así que cogió el diente de leche y a cambio le dejó al niño la moneda de plata, luego volvió corriendo a la playa y le dio el diente al cangrejo, que se lo dio a la sardina, que se lo dio al pulpo, que se lo llevó a la ostra. Entonces la ostra miró el diente y…
La ostra se puso contentísima, pues aquel diente de leche era del mismo tamaño que la perla que había perdido. Así que lo puso en el sitio de la perla, lo cubrió con un poco de nácar y nadie pudo notar la diferencia.
Por eso, desde entonces, cuando a un niño se le cae un diente de leche, lo pone debajo de la almohada. Por la noche un ratón se lo lleva y le deja a cambio de un regalo, aunque no siempre es una moneda de plata.
Luego el ratón lleva el diente a la playa y se lo da a un cangrejo para que se lo dé a una sardina, para que se lo dé a un pulpo, para que se lo lleve a una ostra que ha perdido su perla.
Preguntas de comprensión lectora.
1. ¿Dónde perdió la ostra su perla?
2. ¿Cómo era el ratón?
Bueno, malo, listo, torpe, trabajador, holgazán, agradable, desagradable, simpático, antipático, alegre, triste, amable, bondadoso, perezoso, hablador, callado.
3. ¿Por qué fue el ratón el encargado de ir a la casa del niño a coger el diente?
4. ¿Por qué no fue la sardina?
5. ¿Por qué ayudaron los animales a la ostra?
6. ¿Cómo ayudaron el pulpo, la sardina, el cangrejo y el ratón a la ostra?
a) Trabajando juntos.
b) Cada uno por su lado.
c) Por parejas.
7. ¿En qué se parecía la perla al diente?
8. ¿Por qué era importante el diente para la ostra?
9. ¿Recibieron el ratón y los demás animales una recompensa?

EL SOMBRERO

Cuando soplaba el viento, Jaime se pone su sombrero y se va a pasear.
Un día, el viento sopla con tal fuerza que nadie se atreve a salir. El único que se atreve es Jaime. Le cuesta trabajo mantenerse en pie. Se sujeta el sombrero con las dos manos. De repente, una ráfaga de viento lo levanta en el aire. Jaime vuela por el parque hacia el río.
-¡Socorro, no sé nadar!-grita.
Luego, Jaime suelta el sombrero y se agarra al puente. El sombrero echa a volar.
Una vez en casa, Jaime se lamenta:
-Ha desapareció mi bonito sombrero.
Ana le trae una gorra, Jaime dice:
-Las gorras no me sientan bien.
Ana le tare un pañuelo de cabeza. Jaime dice:
-Los pañuelos de cabeza son para las viejas.
Ana le trae un sombrero de copa. Jaime dice:
-Los sombreros de copa me hacen parecer muy triste.
Entonces Ana va a la tienda en la que Jaime había comprado el sombrero y compra otro igual. Pero, desgraciadamente, le está demasiado grande. El sombrero le tapa los ojos y la nariz, y le llega hasta la barbilla.
-Éste no es mi sombrero de verdad-dice cuando se lo pone.
Jaime se quita el sombrero de la cabeza y lo tira a un rincón. Luego echa a correr.
Jaime busca su sombrero por todas partes: en el parque, en el mercado y junto al río. Lo busca por toda la ciudad. Pero no lo encuentra. Al cabo de mucho tiempo, vuelve a casa. Se tumba debajo del cerezo y se duerme. Cuando se despierta, mira hacia arriba. ¿El sombrero está en lo alto del árbol!
-Ana, ven! -grita Jaime.
Ana y Jaime traen una escalera y suben al árbol, pero vuelven a bajar sin el sombrero. Y desde entonces, Jaime lleva una gorra, que no le sienta nada bien. ¿Sabes por qué? Pues porque en el sombrero había cinco diminutos huevos de pájaro. Y encima estaba sentado un pájaro incubándolos.

- ¿Qué se pone Jaime cuando sopla el viento?
- ¿Por qué perdió Jaime su sombrero?
- ¿Dónde lo encontró?
- ¿Qué le trajo?
• una gorra
• una bufanda
• un sombrero de copa
- ¿Qué encontró Jaime dentro de su sombrero?
- ¿Por qué no le gustan a Jaime los gorros?
- ¿Por qué no le gustan los pañuelos?
- ¿Por qué no le gustan los sombreros de copa?
- ¿Cómo le estaba el sombreo que compró Ana?
- ¿Qué hace Jaime con el sombrero que le compró Ana?
- ¿Por dónde busca Jaime su sombrero?
‣ ¿Has perdido alguna vez algo? ¿Qué? ¿Cómo te sentiste? ¿Qué hiciste para recuperarlo?
‣ ¿Tienes animales en casa? ¿Cómo los cuidas? ¿Has visto a alguien maltratar a los animales? ¿Has ayudado a algún animal que te hayas encontrado por la calle o en el campo?
Resumen:
- Un niño pierde su…
- Luego su amiga Ana le compró…
- Al final encontró su sombrero en…

- ¿Cómo es Jaime?
- ¿Cómo quiere solucionar Ana el problema de Jaime?
- ¿Consigue Ana solucionar ese problema? ¿Por qué?
- ¿Le agradece Jaime los regalos de Ana?
- ¿Es Ana una buena amiga? ¿Por qué?
- ¿Qué era más importante para Jaime su sombrero o los pajaritos?
- ¿Por qué decide Jaime llevar gorra?
- ¿En qué se había convertido el sombrero para los pájaros?
- ¿Te ha gustado la lectura?
- ¿Qué parte te ha gustado más?
- ¿Qué personaje te ha gustado más? ¿Por qué?
- ¿Qué hubieras hecho tú si en tu sombrero hubiese un nido de pájaros?
- ¿Crees que Jaime hizo bien dejando el sombrero en el árbol? ¿Por qué?
- Inventa otro final para este cuento.
- ¿A quién te gustaría contar este cuento? ¿Por qué?

El puente los lobos

Érase una vez un niño muy mentiroso. Una mañana, cuando caminaba con su abuelo hacia un pueblo cercano, el niño dijo:
- ¿Sabes, abuelo? ¡Un día vi un montón de lobos!
- ¿Si? ¿Cuántos serían? ¿Cuatro o cinco? – preguntó el abuelo.
- ¡Más de cinco, abuelo! ¡Muchos más!
- ¿Podrían ser diez? – dijo el abuelo extrañado.
- ¡Muchos más, abuelo! – respondió el muchacho.
- Entonces, ¿serían veinte?
- Más, abuelo, más… ¡Serían más de cien lobos!
- Muchos lobos me parecen ésos. Pero, en fin, si tú lo dices, será verdad – añadió el abuelo dando por terminada la conversación.
Luego, siguieron su camino hablando de otras cosas. De pronto, comenzó a oírse a lo lejos un fuerte rumor.
- Ya se oye el río – dijo el abuelo. Al otro lado está el pueblo al que vamos.
- ¿Y cómo cruzaremos el río? – preguntó el chiquillo.
- Por el puente, hijo – respondió el abuelo. ¡Es muy resistente! Aunque creo que se hundió una vez, hace años. Cuentan que se derrumbó cuando intentó cruzarlo un hombre que tenía fama de mentiroso.
El niño se quedó de piedra al oír aquello.
¿Y si el puente se hundía a causa de sus mentiras?
Por eso, a medida que se acercaban al río, el muchacho se iba poniendo más y más nervioso.
- ¿Sabes, abuelo? Creo que aquella vez no vi tantos lobos.
- ¡Ya me parecía a mí! Serían menos de cien, ¿verdad, hijo?
- ¡Sí, seguro! Iban muchos, pero no llegaban a cien.
- Entonces, ¿cuántos serían? ¿cuarenta?
- ¡Menos! ¡Muchísimos menos!
Y así, poco a poco, el niño fue rebajando el número de lobos.
Cuando por fin llegaron al puente, el niño se quedó quieto.
- Espera, abuelo, espera. Creo que iban… ¡dos lobos! ¡No! Mejor dicho: uno. ¡Uno sólo!
- ¡Pues sí que me tenías engañado! ¡Al principio eran más de cien y ahora, uno!
¡Vamos, crucemos el puente!
- No – dijo el niño. Todavía puede que el puente se hunda.
- ¿Por qué, hijo?
- Pues, porque, la verdad…, abuelo, es que no sé si lo que vi era un lobo o era … ¡ el tronco de un árbol caído!

Preguntas de comprensión lectora.
1. ¿Crees que el puente se hubiera hundido a causa de las mentiras del niño?
2. ¿Qué quiere decir “El niño se quedó de piedra”?
a) Estaba muy contento.
b) Estaba muy preocupado y sorprendido.
c) Estaba muy triste.
3. ¿Por qué el niño cada vez que se acercaba al puente decía que había visto menos lobos?
4. ¿Qué pretendía el abuelo cuando le contó que el puente se hundía con las mentiras?
a) Que el niño dejara de mentir.
b) Que el niño reconociera sus mentiras.
c) Que el niño se cayera en el puente.
d) Que mintiera mucho más.
5. ¿Crees que el niño aprendió bien la lección? ¿Por qué?

LA FLOR MÁS BONITA

Vocabulario:
Pretendiente, emperador, emperatriz, estéril.

Lectura
Se cuenta que allá para el año 250 A.C., en la China antigua, un príncipe de la región norte del país estaba por ser coronado emperador, pero de acuerdo con la ley, él debía casarse. Sabiendo esto, él decidió hacer una competencia entre las muchachas de la corte para ver quién sería digna de su propuesta. Al día siguiente, el príncipe anunció que recibiría en una celebración especial a todas las pretendientes y lanzaría un desafío.
Una anciana que servía en el palacio hacía muchos años, escuchó los comentarios sobre los preparativos. Sintió una leve tristeza porque sabía que su joven hija tenía un sentimiento profundo de amor por el príncipe. Al llegar a la casa y contar los hechos a la joven, se asombró al saber que ella quería ir a la celebración. Sin poder creerlo le preguntó:
"¿Hija mía, que vas a hacer allá? Todas las muchachas más bellas y ricas de la corte estarán allí. Sácate esa idea insensata de la cabeza. Sé que debes estar sufriendo, pero no hagas que el sufrimiento se vuelva locura" Y la hija respondió:
"No, querida madre, no estoy sufriendo y tampoco estoy loca. Yo sé que jamás seré escogida, pero es mi oportunidad de estar por lo menos por algunos momentos cerca del príncipe. Esto me hará feliz" Por la noche la joven llegó al palacio. Allí estaban todas las muchachas más bellas, con las más bellas ropas, con las más bellas joyas y con las más determinadas intenciones.
Entonces, finalmente, el príncipe anunció el desafío: "Daré a cada una de ustedes una semilla. Aquella que me traiga la flor más bella dentro de seis meses será escogida por mí, esposa y futura emperatriz de China" La propuesta del príncipe seguía las tradiciones de aquel pueblo, que valoraba mucho la especialidad de cultivar algo, sean: costumbres, amistades, relaciones, etc. El tiempo pasó y la dulce joven, como no tenía mucha habilidad en las artes de la jardinería, cuidaba con mucha paciencia y ternura de su semilla, pues sabía que si la belleza de la flor surgía como su amor, no tendría que preocuparse con el resultado.
Pasaron tres meses y nada brotó. La joven intentó todos los métodos que conocía pero nada había nacido. Día tras día veía más lejos su sueño, pero su amor era más profundo. Por fin, pasaron los seis meses y nada había brotado. Consciente de su esfuerzo y dedicación la muchacha le comunicó a su madre que sin importar las circunstancias ella regresaría al palacio en la fecha y hora acordadas sólo para estar cerca del príncipe por unos momentos.
En la hora señalada estaba allí, con su vaso vacío. Todas las otras pretendientes tenían una flor, cada una más bella que la otra, de las más variadas formas y colores.
Ella estaba admirada. Nunca había visto una escena tan bella. Finalmente, llegó el momento esperado y el príncipe observó a cada una de las pretendientes con mucho cuidado y atención. Después de pasar por todas, una a una, anunció su resultado:
Aquella bella joven con su vaso vacío sería su futura esposa. Todos los presentes tuvieron las más inesperadas reacciones. Nadie entendía por qué él había escogido justamente a aquella que no había cultivado nada. Entonces, con calma el príncipe explicó:
"Ella fue la única que cultivó la flor que la hizo digna de convertirse en emperatriz: la flor de la honestidad. Todas las semillas que entregué eran estériles.”

1. ¿Qué debía hacer el príncipe para ser nombrado emperador? ¿Por qué?
2. ¿Qué decidió hacer el príncipe para elegir a su futura esposa?
3. ¿Por qué la madre de la joven enamorada se sintió triste?
4. ¿Qué valoraba mucho el pueblo chino?
5. ¿Qué crees que es lo que más deseaba la joven?
6. ¿Qué presentaron las jóvenes para demostrar que habían cultivado bien la semilla? ¿Cómo crees que actuaron?
7. ¿A quién eligió el príncipe? ¿Por qué crees que lo hizo?
8. Cuenta el cuento a un amigo que no lo conozca, escribe en cuatro renglones un resumen del mismo.