miércoles, 7 de diciembre de 2011

El puente los lobos

Érase una vez un niño muy mentiroso. Una mañana, cuando caminaba con su abuelo hacia un pueblo cercano, el niño dijo:
- ¿Sabes, abuelo? ¡Un día vi un montón de lobos!
- ¿Si? ¿Cuántos serían? ¿Cuatro o cinco? – preguntó el abuelo.
- ¡Más de cinco, abuelo! ¡Muchos más!
- ¿Podrían ser diez? – dijo el abuelo extrañado.
- ¡Muchos más, abuelo! – respondió el muchacho.
- Entonces, ¿serían veinte?
- Más, abuelo, más… ¡Serían más de cien lobos!
- Muchos lobos me parecen ésos. Pero, en fin, si tú lo dices, será verdad – añadió el abuelo dando por terminada la conversación.
Luego, siguieron su camino hablando de otras cosas. De pronto, comenzó a oírse a lo lejos un fuerte rumor.
- Ya se oye el río – dijo el abuelo. Al otro lado está el pueblo al que vamos.
- ¿Y cómo cruzaremos el río? – preguntó el chiquillo.
- Por el puente, hijo – respondió el abuelo. ¡Es muy resistente! Aunque creo que se hundió una vez, hace años. Cuentan que se derrumbó cuando intentó cruzarlo un hombre que tenía fama de mentiroso.
El niño se quedó de piedra al oír aquello.
¿Y si el puente se hundía a causa de sus mentiras?
Por eso, a medida que se acercaban al río, el muchacho se iba poniendo más y más nervioso.
- ¿Sabes, abuelo? Creo que aquella vez no vi tantos lobos.
- ¡Ya me parecía a mí! Serían menos de cien, ¿verdad, hijo?
- ¡Sí, seguro! Iban muchos, pero no llegaban a cien.
- Entonces, ¿cuántos serían? ¿cuarenta?
- ¡Menos! ¡Muchísimos menos!
Y así, poco a poco, el niño fue rebajando el número de lobos.
Cuando por fin llegaron al puente, el niño se quedó quieto.
- Espera, abuelo, espera. Creo que iban… ¡dos lobos! ¡No! Mejor dicho: uno. ¡Uno sólo!
- ¡Pues sí que me tenías engañado! ¡Al principio eran más de cien y ahora, uno!
¡Vamos, crucemos el puente!
- No – dijo el niño. Todavía puede que el puente se hunda.
- ¿Por qué, hijo?
- Pues, porque, la verdad…, abuelo, es que no sé si lo que vi era un lobo o era … ¡ el tronco de un árbol caído!

Preguntas de comprensión lectora.
1. ¿Crees que el puente se hubiera hundido a causa de las mentiras del niño?
2. ¿Qué quiere decir “El niño se quedó de piedra”?
a) Estaba muy contento.
b) Estaba muy preocupado y sorprendido.
c) Estaba muy triste.
3. ¿Por qué el niño cada vez que se acercaba al puente decía que había visto menos lobos?
4. ¿Qué pretendía el abuelo cuando le contó que el puente se hundía con las mentiras?
a) Que el niño dejara de mentir.
b) Que el niño reconociera sus mentiras.
c) Que el niño se cayera en el puente.
d) Que mintiera mucho más.
5. ¿Crees que el niño aprendió bien la lección? ¿Por qué?